Higienismo:
el desafío al sistema
El Higienismo promueve un estilo de vida sencillo, ecológico y sustentable.
Por Catherine Ariana
El Higienismo es una práctica de vida que te da herramientas de autosuficiencia, el conocimiento necesario para hacerte cargo de tu salud y de tu vida, restando dependencias generadas a partir de vicios (drogas legales e ilegales), excesos o carencias reflejados en la dependencia del sistema de salud o, más bien, sistema de la enfermedad; comercio, y un largísimo etcétera correspondiente a las más diversas áreas imaginadas.
Entonces cabe preguntarse: ¿Cuántas de las necesidades que tenemos hoy en día lo son realmente?
Con la práctica de esta forma de vida, en la medida en que ésta persiste íntegra en el tiempo, elementos cotidianos del mundo muerto y esclavizante que nos rodea, ya no tienen efecto sobre ti.
La publicidad no te seduce porque todos sus productos no son de utilidad y eres más consciente del impacto que estos tienen en el medio interno tu organismo y externo, el Planeta.
Necesidades como creencias, mitos e historias.
La exagerada proyección de tu mente en el pasado y el futuro, construyendo ese mañana que no existe. Esa obsesión es parte de la cosmovisión occidental, así cada cultura carga con su lastre.
Si nuestra idiosincrasia está basada en las ideas que nos hacemos de la realidad, en vez de tener una noción de lo que es, en ideas del futuro próximo y/o lejano, ideas de lo que será y de lo que fue, entonces se entiende que tanta gente nunca se haya hecho cargo de estar en la vida, en lo que ES.
Si no tienes una noción del presente no hay una noción de la realidad, y si no hay consciencia de esta, tampoco puedes ver la verdad ni a ti mismo.
La revolución empieza por uno, y solo en la medida en que tú eres capaz, y has logrado darte cuenta de quién eres y, por fin, vives lo que eres, entonces no sientes miedo y nada ni nadie puede contra ti.
Higienismo es la ciencia de la salud. Es la filosofía de la vida y cómo es que esta se lleva a cabo a nivel orgánico y celular, la transformación de diversos nutrientes en energía, materiales de construcción y regeneración.
Es la higiene de todas las tuberías del cuerpo para poder potenciar al máximo la fuerza curativa o vital, dejando toda la labor de curación en tus manos, lo que en otras palabras quiere decir: AUTOSUFICIENCIA.
Algunas formas de evasión al sistema que te permite el Higienismo son:
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No consumir ningún tipo de droga legal o ilegal. Dentro de las legales cabe mencionar el azúcar, harinas refinadas, té, café, etc. Cualquier estimulante de origen natural o industrial. Esto marca el primer paso para no ser parte de la desesperación masiva. Cualquiera que se jacte de “revolucionario” necesita antes que nada lucidez.
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No consumes medicamentos por lo que no apoyas a la industria farmacéutica, estos se utilizan en pocas patologías.
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No eres parte del consumismo, generas solo lo que necesitas, se promueve la vida sencilla, sin lujos ni accesorios. En un supermercado el 98% de los productos te resultan un relleno de estantes, puesto que un higienista no utiliza productos nocivos de limpieza personales como desodorantes ni papeles higiénicos, tampoco los que contienen cloro y otras sustancias tóxicas, siempre optan por productos biodegradables.
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Un higienista genera menos basura al no consumir alimentos en conserva o congelados, ni productos chatarra que generalmente vienen en envoltorios. Solo consume productos frescos y vivos que se degradan con facilidad. Estos son frutas, ensaladas, almidones, cereales integrales y lácteos válidos, alimentos que puedes obtener de tu propia huerta o de pequeños productores, ya que así apoyas el comercio descentralizado, teniendo más accesibilidad a otra forma de pago como el trueque.
Como puedes ver, la clave es vivir de una forma más arraigada a la naturaleza, vivir lo natural que queda dentro de nosotros.